Agroecología: una alternativa natural y menos costosa para la agricultura argentina
El modelo demuestra que con procesos biológicos se puede evitar la utilización de agroquímicos.
Un modelo productivo natural puede contrarrestar el abuso de agroquímicos en grandes extensiones agrícolas, adoptando un enfoque holístico y sistémico desde la agroecología, afirma un ingeniero agrónomo de la provincia de Buenos Aires, basándose en sus experiencias.
“Quizás lo que nos diferencia bastante es la idea que para nosotros el suelo es un organismo vivo”, expresó en una entrevista realizada con La Gran Época, el ingeniero agrónomo Eduardo Cerdá, asesor privado en Campos Agroecológicos.
El ingeniero Cerda señaló que el suelo está compuesto por muchos micro y macro organismos y que por ello la ganadería cumple un rol fundamental, ya para que el mismo tenga buena salud, se debe alimentarlo bien, en este caso con el abono del animal.
Este modelo propone que el suelo, al estar bien alimentado, no tendrá problemas de enfermedades que requieran fungicidas y como el diseño de los campos propicia la fauna benéfica en los cordones biológicos, tampoco existirán problemas de insectos.
“Terminamos siendo orgánicos o sin uso de los tóxicos porque no los precisamos… Nosotros lo estamos contrastando con procesos biológicos”, explicó el ingeniero.
El modelo agroecológico también adopta como estrategia, en varios campos de la provincia de Buenos Aires, la implementación de policultivos, es decir mezclas de cultivos, como por ejemplo avena con vicia, trigo, avena y cebada con trébol rojo y sorgos con vicia.
Resultados
Un campo modelo, en la localidad de Benito Juárez, demuestra cómo se pueden obtener rendimientos similares a los de otros establecimientos vecinos y con mucha menos inversión.
El campo tiene 17 años de producción, con un promedio de trigo de 3.300 kilos en 150 hectáreas plantadas por año y el promedio de los campos vecinos, en las mismas proporciones, es solo de 240 kilos más.
Sin embargo, la mayor diferencia radica en el costo de los insumos. “El campo de al lado utilizó aproximadamente 425 dólares de costos en insumos y nosotros usamos 150 dólares”, explicó el experto.
Agroecología vs. Transgénicos
El ingeniero Cerdá señaló que las grandes plantaciones de soja transgénica que se efectúan en Argentina, debido a la falta de rotación, se llevan muchos elementos del suelo como nitrógeno, fósforo y potasio. Por este motivo consideró que va a ser muy difícil sostener una agricultura así por mucho tiempo.
“Estamos haciendo una explotación muy parecida a la minería, porque estamos haciendo una extracción por encima de lo que el recurso puede equilibrarse o de alguna manera reponer”, agregó.
Con respecto a las exportaciones de soja de Argentina, opinó que el país está haciendo una cuenta no “muy favorable”, ya que las ventas están generando divisas a corto plazo pero se está originando un empobrecimiento muy fuerte en todo el recurso suelo del país.
Del mismo modo destacó que el modelo productivo actual es altamente dependiente de agrotóxicos para combatir las malezas, y como éstas a su vez adquieren resistencia a los herbicidas, cada vez requieren aumentar más las dosis y así salen al mercado nuevos productos con más potencia que reemplazan a los anteriores, provocando efectos adversos en el medio ambiente y en las personas.
“El modelo no funciona: nuevos productos, más dosis, más frecuencia, cuando la carrera debería ser al revés, desacelerar, y preguntarnos por qué están esas malezas, cómo estamos cultivando y de alguna manera ir debilitándolas, porque compiten con los mismos cultivos, por eso tenemos cultivos cada vez más débiles” , explicó el ingeniero.
Del mismo modo consideró que el Estado debería jugar un rol en la investigación de las producciones agroecológicas en desmedro de las biotecnológicas y plantear estrategias de menores insumos para que las malezas no se combatan siempre con herbicidas, sino que éstos se empleen como última herramienta.
Cerdá comentó que los productores están preocupados y quieren encontrar nuevas soluciones que no estén vinculadas a la utilización de insumos.
“Hay que trabajar en la formación de nuevos profesionales para acompañar a los productores que les interesa dejar de utilizar tanta presión de agrotóxicos”, concluyó.
Fuente: La Gran Época