Aguas cristalinas en Venecia y otras curiosidades producidas por el Covid-19
Aguas cristalinas, pingüinos que pasean libres y mejoras en la calidad del aire son algunos de los efectos colaterales positivos de la pandemia del coronavirus que golpea al mundo.
Un particular efecto ha conseguido el Covid-19 en Venecia. Los famosos canales de esta ciudad italiana por los que a diario transitan cientos de vehículos acuáticos se encuentran en calma en medio de la cuarentena decretada por las autoridades. Esto ha producido que el agua, que comúnmente es bastante turbia, se vuelva completamente cristalina.
Los residentes de la ciudad han mostrado su sorpresa al ver la calidad del agua y al notar que incluso hay peces nadando en algunas zonas. Se trata de un fenómeno que no se produce en ningún momento del año debido al alto tránsito que viven normalmente los canales, lo que, a su vez, se produce por la elevada afluencia de extranjeros que visitan esta ciudad, uno de los destinos turísticos más reconocidos y apetecidos del mundo.
Pingüinos pasean libres en un acuario cerrado por el Covid-19
Otro caso que ha causado curiosidad se registró en el Acuario Shedd de la ciudad de Chicago, que estará cerrado hasta el próximo 29 de marzo. Allí, dos pingüinos recorrieron con libertad las instalaciones, al no haber presencia de ningún visitante.
Se trata de dos aves marinas llamadas Edward y Annie, y son una pareja de pingüinos penacho amarillo. Los responsables del lugar han indicado que «aunque este puede ser un momento extraño para muchos de nosotros, estos días se sienten normales para los animales en Shedd».
Asimismo, han destacado que los encargados de los animales están buscando ofrecerles nuevas experiencias para que exploren y manifiesten su comportamiento natural.
Emisiones de nitrógeno han caído drásticamente debido al confinamiento
El confinamiento decretado en varias ciudades de Europa, la reducción de la operación de vehículos de transporte y la caída de la actividad industrial han llevado a una drástica disminución de las emisiones de dióxido de nitrógeno.
Así lo reveló la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), al tiempo que explicó que los datos han sido recolectados gracias al instrumento Tropomi, a bordo del satélite Copernicus Sentinel-5P.
Fuente: France24.com