Cambio climático en Argentina: advierten que los fenómenos extremos serán más frecuentes
Los expertos afirman que la mayor alteración se da en las lluvias y advierten por el avance de enfermedades.
El clima mundial está cambiando rápidamente debido al calentamiento de la Tierra y tiene costos muy elevados para la población mundial; no sólo para la economía de cada país sino también, para la salud humana.
Es que el cambio puede alterar el ámbito geográfico y la estacionalidad de algunas enfermedades infecciosas, aumentando la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos, perturbando los ecosistemas de producción de alimentos e incluso, provocando enfermedades ligadas a desastres naturales tales como las olas de calor y de frío, inundaciones y sequías. En Argentina, esos fenómenos climáticos extremos son cada vez más frecuentes y muchos especialistas aseguran que tiene que ver con los efectos directos del calentamiento global.
«El calentamiento global impacta de manera significativa sobre la variabilidad del clima, sobre todo en las precipitaciones porque al aumentar la temperatura a nivel global, algunos ciclos se aceleran y eso impacta muchísimo sobre la variabilidad de las lluvias. Que tengamos cada vez con mayor intensidad y frecuencia eventos de estrés hídrico o de exceso de agua, como hemos tenido el año pasado, es parte de ese calentamiento global que altera el funcionamiento de la atmósfera a nivel planetario», asegura Carlos Di Bella, director del Instituto de Clima y Agua (INTA) e investigador independiente de CONICET.
Fernando Niñardo, director de Conservación y Desarrollo Sustentable de Fundación Vida Silvestre, coincide en que «el calentamiento global y el cambio climático exacerban mucho los fenómenos climáticos que antes ocurrían más espaciados en el tiempo y hoy son más recurrentes y extremos», pero afirma que aún no hay peligro de extinción en especies autóctonas, aunque sí podrían correr riesgos.
La Jefa de Trabajos Prácticos del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos de la Universidad de Buenos Aires, Moira Doyle, afirma que en nuestro país, «eventos como ‘El Niño’ o su fase opuesta, ‘La Niña’, las sequías e inundaciones, han ocurrido siempre, antes de que se empezara a identificar un cambio en la temperatura global del planeta» y que «esos fenómenos son parte de lo que llamamos la variabilidad del clima y seguirán existiendo aun bajo un escenario de calentamiento de la atmósfera terrestre», aunque «el calentamiento que viene observándose a nivel global, tiene su influencia sobre la circulación de la atmósfera y los eventos que en ella se generan y es posible que los impactos que actualmente se han identificado asociados a eventos como El Niño, vayan modificándose».
«El cambio en las temperaturas traería como consecuencia el desplazamiento geográfico de las zonas ganaderas. La región de ganadería tropical, al norte de la isoterma de 26°C, se desplazaría paulatinamente hacia el este en su límite superior y hacia el sudoeste en su porción media e inferior. A su vez, la región ganadera de clima templado ubicada al sur de la isoterma de 26°C durante el mes más cálido, se comprimiría paulatinamente, a medida que avanzan las condiciones más cálidas, ocupando el centro-sur y centro-oeste de la provincia de Buenos Aires y el centro de La Pampa hacia fines de este siglo», detalló Doyle, aunque advierte que esos desplazamientos de las isotermas podrían posibilitar el desarrollo de especies de insectos que antes no tenían las condiciones necesarias para desarrollarse y que podrían ser transmisores de enfermedades a regiones del país donde no existían, afectando a la población humana como las actividades agropecuarias.
«La mayor contribución al calentamiento global proviene de la quema de combustibles fósiles, aceite de carbón o gas. Y es una buena noticia mirando hacia el horizonte, que algunas de las economías más grandes del mundo como China, India o el Reino Unido ya estén hablando de los plazos para el final de los autos de calle que utilizan combustibles fósiles y también, que algunas de las economías más grandes del mundo, como Canadá, Italia, Reino Unido, Francia y por último Estados Unidos, a pesar de que Donald Trump y su retórica de los combustibles fósiles, ya estén trabajando en este tema. Aquí en Argentina tenemos algunas de las Reservas de combustibles fósiles más grandes del mundo, en Vaca Muerta. Centrarse en desarrollar energía solar o eólica sería muy viable y muy positivo para la economía de Argentina, incluso», continuó.
Como primer paso para paliar esta problemática mundial, el miércoles 28 de febrero, se realizó la primera reunión de la Mesa de Relaciones Exteriores del Gabinete Nacional de Cambio Climático (GNCC) para coordinar y definir los lineamientos de trabajo para las diferentes áreas del gobierno que la integran. Allí estuvo presente el Subsecretario de Cambio Climático y Desarrollo Sustentable del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación Argentina, Carlos Gentile, quien presentó las tareas que lleva a cabo el Grupo de Sustentabilidad Climática bajo la Presidencia argentina del G20.
Fuente: Clarin