Comunas mendocinas proponen inaugurar la Red Argentina de Municipios por la Paz Ambiental
Cultura de Paz Ambiental, ese es el tópico que convocó a seis municipios de Mendoza para intensificar los esfuerzos en pos de una sociedad más respetuosa con el ambiente. Un concepto de UNESCO que desembarca en la provincia haciendo énfasis en los juguetes agresivos.
Con motivo del día internacional de la NO violencia, concejales de seis departamentos de la provincia se reunieron en el Departamento de Godoy Cruz para anunciar la presentación conjunta de un proyecto de ordenanza que busca concientizar acerca de la problemática de los juguetes agresivos tales como gomeras, armas de resorte, rifles de aire comprimido entre otros. El proyecto desalienta la venta de estos elementos como así también crea espacios de articulación para la promoción de una cultura no violenta entre personas como así también hacia los animales.
El proyecto entiende que una sociedad que construye una cultura de paz está basada en un conjunto de valores, actitudes, tradiciones, comportamientos y estilos de vida que estén fundados en el respeto a la vida promovida por medio de la educación, el diálogo y la cooperación; los esfuerzos para satisfacer las necesidades de desarrollo y protección del medioambiente de las presentes y futuras generaciones.
Se habla de cultura de paz ambiental porque generalmente queda excluido del discurso de la paz: la capacidad de los seres humanos de respetar el medioambiente y de vivir en armonía con la naturaleza. Incluir este componente es fundamental, no sólo porque los conflictos del presente y del futuro tienen su origen en disputas por recursos naturales agotados por la humanidad, sino porque la naturaleza misma, y la experiencia de vivir en una sana relación con la naturaleza puede ser una fuente de inspiración y conocimiento muy poderosa para formar seres humanos conscientes, responsables y participativos de una sociedad más pacífica e incluyente.
César Cattaneo (Presidente del Honorable Concejo Deliberante de Godoy Cruz), Evelin Pérez (Presidenta del Honorable Concejo Deliberante de Guaymallén), Gisela Amoros (Conceja de Luján de Cuyo), Julio Castellano (Concejal de San Carlos), Paulo González (Concejal de Tunuyán), firmaron la iniciativa legislativa que llevará cada uno a sus respectivos concejos deliberantes. Si bien Beatriz Martínez (Presidenta del Honorable Concejo Deliberante de Ciudad de Mendoza) por cuestiones de agenda no pudo hacerse presente en encuentro, confirmó que también se le dio ingreso a la propuesta en el concejo capitalino.
Los “juguetes agresivos” y/o “juguetes bélicos” (definidos como juguetes cuyo propósito es estimular el comportamiento o la fantasía relacionados con el daño a otro individuo) pueden contribuir a insensibilizar a los niños respecto a la violencia y pueden inhibir otro tipo de juegos menos violentos y más prosociales.
Para algunos pedagogos el juguete bélico es vehículo para descargar la agresividad de las niñas y niños. Pero el juguete como base importante del desarrollo del niño debe cumplir dos funciones fundamentales:
Ser vehículo de expresión de su emotividad, imaginación y estado de ánimo. Ser instrumento de aprendizaje de un cierto tipo de comportamiento social.
La agresividad no debe ser eliminada, debe permitirse su espontánea expresión pero cuidando un desarrollo positivo, que no se dirija a violar los derechos de uno sobre otro. Una agresividad que no conduzca a la destructiva violencia. El juguete bélico encamina de antemano la agresividad hacia la violencia destructiva de vida. Es importante encontrar los medios para descargar la agresividad de forma constructiva y más importante aún es conocer y evitar las causas que potencian ese tipo de conducta agresiva (Beltrán ; 1992).
A través del juguete, el niño va interiorizando y haciendo suyos los comportamientos sociales y valores que los juguetes resaltan, por ello, consideramos que los juguetes bélicos no son neutrales ni simplemente un juego más. En ellos está la base de lo que podemos llamar intento de perpetuación de un cierto sistema social, de un modelo de sociedad competitiva, violenta, represora, acostumbrada a dividir el mundo en buenos y malos y que exalta el afán de dominio-poder como valor en sí mismo. En definitiva, la violencia se convierte en árbitro de las relaciones sociales: el más fuerte triunfa, tiene la razón, y además es el bueno. Matar y morir forman parte del juego. En ello subyace un desprecio por la vida, fundamentalmente del otro (Donnelly ; 1987).
Las gomeras y los rifles de aire comprimido son armas de uso frecuente en nuestra ciudad, sin límites de edades, tiempos, ni espacios. No existe ningún tipo reparo legal, y se producen daños severos a la fauna, espacios comunes y propiedad privada que difícilmente pueden ser denunciados ante la autoridad estatal.
Esta situación implica un serio daño ecológico para la fauna del lugar y, además, un peligro tanto para quienes utilizan estos artefactos como así también para la comunidad toda. Es una práctica totalmente contraria al orden y la paz de una ciudad en equilibrio.
Por último esta iniciativa legislativa inaugura la Red Argentina de Municipios por la Paz Ambiental (R.A.M.P.A), un espacio supramunicipal en donde se establece un diálogo en intersectorial para la construcción y el perfeccionamiento de políticas públicas de cultura de paz ambiental. La red es patrocinada por Fundación Defensa Vegana en alianza internacional con Asociación Animalista LIBERA! y Fundación Franz Weber (partner de UNESCO).
Fuente: otrasvoces.com.ar