Cómo crear un jabon natural y ecológico
Los jabones naturales considerados ecológicos han de ser biodegradables, es decir, respetuosos con el medio ambiente al mismo tiempo que limpian y cuidan la piel.
¿Pero, podemos hacerlos nosotros mismos? Por supuesto, tanto se trate de un jabón para la higiene personal como para el lavado de ropa, pongamos por caso, crearlos nos permitirá tener un total control de sus ingredientes.
Libres de ingredientes químicos, conservantes, colorantes o perfumes sintéticos, los jabones artesanales o caseros nos permiten sacar el máximo partido a plantas con propiedades jabonosas para el cuidado de la dermis o para la limpieza de la casa.
Hay numerosas recetas para fabricar jabón de forma sencilla. En concreto, los métodos ancestrales que rescata la cosmética natural son permiten usar aceites vegetales (avena, romero, té verde, ginkgo biloba, aguacate, karité, jojoba, centella asiática, bardana, tomillo, manzanilla, borraja, etc.) y otros productos naturales para su elaboración mediante métodos que también respetan el medio ambiente.
Jabón en pastilla
Si deseamos crear un jabón sólido ecológico, es decir, en forma de la típica pastilla, deberemos intentar sortear el empleo de sosa cáustica. Pero no es fácil lograrlo, pues este compuesto químico es el que le da la consistencia sólida de forma sencilla y económica.
Una interesante alternativa es utilizar cenizas, usando ingredientes sencillos (agua, ceniza de madera, aceite usado filtrado y una papa) fáciles de encontrar. Básicamente, se elabora añadiendo cubriendo un kilo de cenizas con cuatro litros de agua, removiendo y dejando reposar tres días.
A continuación, la papa nos dirá si la consistencia es adecuada si se queda sumergida hasta la mitad. De fallar, añadimos más ceniza y esperamos unos días más, hasta que la papa flote. Entonces es cuando colamos un litro y lo mezclamos con medio litro del aceite, hasta obtener una pasta cremosa que se hará densa al fuego y luego repartida en moldes de acabará solidificando.
Otra solución es aprovechar las pastillas de jabón de glicerina para añadir aceite de hierbas esenciales para beneficiarte de distintas propiedades, como las antibacterianas que proporciona el aceite de árbol de té. En este caso, derretiríamos el jabón al baño maría y luego le añadiremos una cucharada de aceite o la hierba que deseemos. Al enfriarse recupera su forma original.
Por último, podemos añadir poca soda cáustica, si deseamos seguir alguna receta que la contenga. Es decir, intentaremos jugar con las proporciones hasta conseguir el mínimo que admita la pasta para solidificarse.
Jabón líquido
También existen muchas fórmulas para hacer jabón líquido biodegradable. Será interesante elegir una receta sin soda cáustica y también podemos aprovechar restos de jabón que nos haya sobrado.
La siguiente receta se basa en una planta conocida como la jabonera (Saponaria officinalis), muy abundante en primavera y verano y utilizada desde la antigüedad, que nos servirá como champú, manos, cara y en general para la limpieza de todo lo que se tercie. Así, necesitaremos un litro de agua, 50 gramos de raíz de jabonera y una cucharada de hojas de salvia, de hojas secas de romero.
La preparación es sencillísima. Bastará con poner las hierbas en un bol de vidrio o acero inoxidable, verter el agua hirviendo sobre ellas y tapar, dejando reposar durante 45 minutos. Posteriormente, colar y ponerlo en un recipiente cuando se haya enfriado.
Fuente: ecologismos.com | Ana Isan