Emiten el primer bono verde del sector privado
El título es del Banco Galicia y tiene como fin ayudar a recaudar fondos para iniciativas que mitigan el cambio climático. Los ingresos respaldarán la eficiencia energética, la energía renovable y la construcción sustentable
Banco Galicia anunció la emisión de un bono verde para recaudar 100 millones de dólares con el fin de expandir su programa de préstamos para proyectos de eficiencia medioambiental. Éste es el primer bono verde emitido por una institución financiera privada en Argentina. Será suscrito por la Corporación Financiera Internacional (IFC), institución del Grupo Banco Mundial que estuvo a la vanguardia en apoyar el desarrollo de bonos verdes en mercados emergentes.
Los bonos verdes ayudan a recaudar fondos para proyectos que mitigan el cambio climático.
Los ingresos del bono respaldarán la eficiencia energética, la energía renovable y proyectos de construcción sustentable, entre otros. Se espera que estos proyectos reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero en Argentina en aproximadamente 157.500 toneladas métricas de CO2 por año, el equivalente de quitar 33.700 automóviles de las calles.
“El bono verde refleja el compromiso de Banco Galicia con el medio ambiente y consolida su liderazgo en el campo de la banca sustentable en Argentina”, afirmó Fabián Kon, gerente General de Banco Galicia.
“Estamos comprometidos a ofrecer a nuestros clientes nuevos instrumentos de financiamiento para proyectos que tengan foco específico en una mejora ambiental, como por ejemplo energías alternativas, eficiencia medioambiental, transporte limpio, y gestión de residuos”, agregó el gerente.
Características del bono
Con un plazo de siete años, el bono verde de Banco Galicia brindará una fuente de financiación de mediano a largo plazo para proyectos de energía renovable, construcciones sostenibles y reconversión energética. Actualmente estas líneas de crédito son muy poco frecuentes en Argentina.
Cabe destacar que IFC es considerada una de las principales promotoras de inversión verde a escala global. Durante el último año fiscal, por ejemplo, IFC brindó apoyo a dos bancos en Colombia -Davivienda y Bancolombia- para emitir bonos verdes. El de Banco Galicia es el 11º bono verde que ha suscrito IFC desde 2015 en siete mercados emergentes. Bajo su Programa de Bonos Verdes, la entidad también lleva emitidos 79 en 12 monedas, por un total aproximado de $5.800 millones de dólares desde 2010.
La situación argentina
Argentina cuenta con algunos de los recursos de energía renovable más abundantes de América Latina. Se esperan importantes inversiones en energía renovable en los próximos años. El Gobierno nacional tiene la intención de diversificar la matriz energética del país, atenuar su dependencia de los combustibles fósiles y reducir las emisiones de carbono. Su objetivo: lograr para 2025 que 20% de la electricidad producida por el país se genere a partir de fuentes renovables.
“Al suscribir el bono verde de Galicia, IFC está apoyando una nueva clase de activos en Argentina que ayuda a reducir las emisiones de carbono”, indicó, por su parte, David Tinel, gerente Regional de IFC para Argentina y el Cono Sur. “Éste es un enfoque novedoso que refleja el impacto que podemos generar cuando combinamos mecanismos de financiación innovadores con reformas de políticas, como las que estamos viendo en Argentina para luchar contra el cambio climático. Esperamos que otros emisores e inversores se unan a este importante esfuerzo”, añadió.
En Argentina, IFC comprometió aproximadamente $2.000 millones de dólares en proyectos sustentables del sector privado en los últimos 18 meses, convirtiéndose en la principal fuente de financiación internacional para el sector privado del país durante este período.
La estrategia de IFC en Argentina se centra en financiar proyectos con impacto significativo en el desarrollo para estimular el crecimiento económico, la innovación y la creación de empleo. Los sectores prioritarios son la agroindustria, la infraestructura y las energías renovables, la producción competitiva, el refuerzo de la financiación a largo plazo de empresas, incluidas las pequeñas y medianas empresas (pymes), y el ayudar a mejorar el clima de inversión para la creación de empresas y para el crecimiento de las pymes.
Fuente: comercioyjusticiainfo