Más de 250 empresas participan del programa Producción más Limpia
Permite mejorar la competitividad y reducir el impacto ambiental de las actividades económicas. Pertenece al ministerio de Medio Ambiente que trabaja en conjunto con Producción. Cómo funciona en la teoría y en la práctica, a través de dos experiencias.
Ahorrar, mejorar las condiciones de trabajo, generar un vínculo amigable con el medio ambiente y sumar capacidad productiva son los objetivos del programa Producción más Limpia que se desarrolla en el ministerio de Medio Ambiente de la provincia. El subsecretario de Gestión Ambiental Edgardo Seguro fue el encargado de explicar a este medio detalles de una estrategia que se puso en marcha en 2008, “prácticamente con el inicio de la administración del Frente Progresista” y que pasó de una pequeña unidad de trabajo, a un decreto de Antonio Bonfatti que en 2011 le dio institucionalidad al programa y alcanzó, en la gestión de Miguel Lifschitz una estructura propia en el gobierno. “Esa evolución es importante porque permite mostrar la continuidad de la política ambiental”.
¿Cuál es el objetivo de Producción más Limpia?
El objetivo siempre fue trabajar con las empresas para mejorar su eficiencia ambiental, cuestión que redunda en su eficiencia productiva. La realidad es que los impactos ambientales negativos en todas las actividades -industriales, de servicios, pecuarias, agrícolas- tienen que ver con ineficiencias en el sistema productivo: se desperdician recursos, se gasta más agua, más energía, se desechan elementos que podrían ser vendidos, reciclados o recuperados. El efecto inmediato de la aplicación del programa es que se mejora la productividad, se gasta menos energía y agua, la mano de obra es más productiva y por lo tanto se abre la posibilidad de incorporar más personal. O sea que con el mismo recurso, se aprovechan mejor los insumos, materiales y mano de obra. Esto permite a la empresa producir más, ser más eficiente y a su vez blanquear su proceso ambiental, de manera que la provincia la pueda acompañar.
¿En qué se diferencia de procesos anteriores?
Con los mecanismos históricos de control y castigo, si había una ineficiencia o un problema, se sancionaba y después se corregía la situación con el impacto ya producido, a la vez que había una pérdida económica por las sanciones. Este proceso es voluntario, la empresa acepta participar y permite que en una tarea conjunta con el Estado se observen y encuentren los problemas y se analicen las mejoras: si el problema es la pérdida de agua, en lugar de sancionar, se va a trabajar en cómo reducirlo. En consecuencia, la empresa mejora su productividad, se vuelve más eficiente y gana más dinero, aunque en realidad pierde menos. El potencial de ahorro es el 30 % de los gastos generales.
¿Cómo se decide qué empresas se pueden incorporar al programa?
La provincia decidió trabajar por cadenas de valor. Desde 2009 se trabaja con industria láctea, del mueble, del cuero; las directas y las que están relacionadas. Eso no solo implica comprender el proceso sino también trabajar con las cámaras, generar un mayor conocimiento por parte del Estado, y tiene como plus que a veces la ineficiencia es de la empresa pero en ocasiones hay problemas no resueltos de la cadena de valor: por ejemplo el tema de los efluentes y el uso del suelo en las industrias lácteas. Entonces, se trabaja para encontrar soluciones globales.
Hoy son más de 250 empresas las que se incorporaron en distintas etapas del programa. Algunas ya desarrollaron una medida, otras dos o tres. La provincia, a través de los consultores, dice cómo hacerlo y la empresa sigue después en esa tarea: la acompañamos tecnológicamente o profesionalmente, pero luego el empresario sabe hacia dónde va.
¿Cómo se realiza este acompañamiento?
El proceso dura tres o cuatro meses. Se asigna un profesional de Medio Ambiente más uno del grupo empresario que va a quedar como asesor y se empieza a trabajar en todos los procesos: en el agua, la energía, los materiales. Hay una clase teórica con herramientas que permiten identificar el problema y a la clase siguiente se va con los consultores a la empresa. Al promediar el curso la persona tiene identificados los problemas y las posibles soluciones, y se hace un plan específico de acción. Se ponderan los problemas según el nivel de gravedad y las posibles salidas para establecer cuál es la más económica, de manera que se pueda dar un vuelco rápido a la gestión.
Con esta información el empresario puede solicitar un préstamo para llevar adelante la acción recomendada. Hemos visto que más allá de lo que el Estado pone de dinero, el empresario invierte lo mismo o más porque entendió de qué se trata.
¿Cómo se accede a los fondos?
A la hora de obtener un crédito, se puede apelar a dos formatos: para las pymes más grandes que son sujetos de crédito bancario hay una línea del Banco Nación que trabajamos junto con la secretaría de Industria de la provincia. Se trata de créditos blandos para pymes con posibilidad de endeudamiento y cartera de préstamos saneada.
Para aquellas pequeñas o micro empresas que no alcanzan los estándares para acceder a un crédito se generaron unidades locales microregionales, que asisten a varias localidades. Allí se forman consultores y se asigna dinero para organizar el espacio de trabajo y posibilitar un préstamo de hasta 200 mil pesos a muy baja tasa. “Aquí es donde el programa mostró sus mayores bondades con empresas que no son sujeto de crédito y pueden organizar su gestión ambiental. Cuando terminaron el proceso, se convirtieron en pequeñas empresas en blanco, salieron de la informalidad, pasaron de ser sujetos de subsidios a ser sujetos de créditos bancarios de mayor envergadura.
En proceso
En la actualidad, se trabaja con las cámaras empresarias: todas las empresas de la industria del cuero están dentro del programa; la industria láctea tiene 23 firmas incorporadas y el Parque Industrial de Sauce Viejo se sumó en una primera etapa con 10 firmas.
“Para este año está previsto sumar otras cadenas de valor y trabajar en una complementación internacional con otros países que están más avanzados en esta temática, como Brasil”, anticipó Seguro.
Por otra parte, se prevé poner en marcha nuevas unidades locales de gestión y más unidades sectoriales distribuidas por la provincia, a la vez que se contempla fortalecer el trabajo con otras áreas, como turismo y el sector frutihortícola.
Especialización
En abril de 2018 se iniciará la segunda edición de la diplomatura en producción más limpia y eficiencia ambiental, que se realizará en la localidad de Chañar Ladeado (departamento Caseros). Se abordarán contenidos de gestión de los residuos, de las emisiones, de la energía y de los materiales; manejo sustentable del agua, y producción primaria, entre otros. Como en su primera edición, que se concretó en 2017 en Villa Ocampo, está dirigida a agentes de la administración pública nacional, provincial o local, de áreas de Medio Ambiente o Producción.
Fuente: El Litoral