Contaminación por plásticos en playas bonaerenses
La UBA comenzó a estudiar esta problemática en balnearios de la Costa Atlántica. Estiman que en las playas desde Villa Gesell hasta Mar Azul se encuentran hasta 8.6 toneladas de restos plásticos.
El proyecto de investigación incluye a la comunidad y llama al turismo responsable.
La investigación de la Facultad de Agronomía de la UBA estimó una contaminación de hasta 8600 kg de plásticos en las playas de Villa Gesell hasta Mar Azul, en la costa de la provincia de Buenos Aires. Fotos: cortesía de los investigadores.
(SLT-FAUBA) Los desechos plásticos cubren millones de kilómetros cuadrados de los océanos. Tardan miles de años en descomponerse, son dañinos para los organismos y su degradación libera compuestos tóxicos a las redes tróficas. La preocupación es mundial, pero en la Argentina aún se desconoce la magnitud de este problema. Un estudio de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) en las playas de Villa Gesell, Mar Azul y Mar de las Pampas estimó una polución total de hasta 86,3 millones de fragmentos. Una adecuada gestión de los residuos de las poblaciones costeras y el turismo responsable jugarían un rol clave en su mitigación por su estrecho vínculo con el mar.
“Estos números corresponden sólo a objetos plásticos de más de 1 mm de longitud, que eran los que nos interesaba filtrar con nuestros tamices. Lo que más encontramos fueron colillas de cigarrillo y fragmentos de plástico. También había restos de telgopor, tanzas de pesca y papel film”, contó Gonzalo Fernández Zapiola, estudiante de la LiCIA.
El agua de mar se encuentra en permanente interacción con las playas, por lo que el intercambio de plásticos entre el mar y la arena es continuo. En consecuencia, los muestreos tuvieron en cuenta hasta dónde llegan las crecidas que traen plásticos del océano.
Fernández Zapiola profundizó en la magnitud de la contaminación: “Se calcula que en el mundo, cada día se vuelca al mar una cantidad de plástico equivalente a 1000 camiones de basura. Las proyecciones indican que para el 2050, el océano va a tener más volumen de plástico que de peces. Claramente, esta contaminación tendrá un impacto muy grave en los organismos vivientes, en la cadena alimentaria y en la salud humana”.
Impactos en las redes tróficas
Los plásticos fragmentados entran en las redes alimentarias y pueden llegar hasta los humanos por medio de la ingesta de pescado. Además, estos trozos más pequeños pueden traer adheridas sustancias tóxicas.
“Los plásticos en el ambiente se fragmentan en pedazos cada vez más pequeños. Los animales marinos no se comen una botella o una bolsa entera, pero sí los micro y mesoplásticos que se asemejan a su alimento. Al ingerir estos pedazos, el plástico entra en las redes alimentarias. Puede llegar hasta los seres humanos que ingieren pescados del mar. Por otra parte, los contaminantes tóxicos se ‘pegan’ a los microplásticos y también aumentan su concentración en las cadenas tróficas”, explicó Antonio Barrio, docente del Taller de Problemáticas Ambientales de la LiCIA.
Por su parte, Fernández Zapiola añadió: “La problemática del plástico es global y muy compleja de abordar. Entre otras cosas, debemos manejar adecuadamente los residuos, reciclar los plásticos, disminuir su producción y consumo, y difundir el tema entre los turistas y la comunidad en general. Hay que atacar esta contaminación por todos los frentes posibles”.
Vínculos con la comunidad
Wassner resaltó la importancia de establecer redes que aporten al estudio y a la mitigación de esta contaminación. “El proyecto nos sirvió para conocer gente que está trabajando en el tema en los municipios costeros. Recibimos una gran ayuda desde el municipio y esperamos que la relación sea duradera”.
Fuente: sobrelatierra.agro.uba.ar