¿Qué es la producción orgánica?

La producción orgánica: donde la ecología, la salud, la precaución y el cuidado guían nuestra acción.
Los productos orgánicos están certificados e identificados con un logo que garantiza su calidad orgánica, mediante la certificación de sus sistemas productivos y posterior elaboración, permitiendo su rotulado como “Orgánico”, “Ecológico”, “Biológico», “Eco” o “Bio”.
Gracias al estricto control oficial a cargo del SENASA y las empresas certificadoras nacionales, Argentina es hoy uno de los países abastecedores de productos orgánicos más confiables del mundo.
ORGÁNICO, ECOLÓGICO, BIOLÓGICO, ECO o BIO
No cualquier producto es orgánico, y como consumidores no debemos confundirnos con otras definiciones que no se ajusten a la siguiente descripción: La Producción Orgánica en nuestro país está amparada por la Ley 25.127, sus Decretos y Resoluciones, estando a su vez definida por organismos oficiales y privados internacionalmente reconocidos, como el Codex Alimentarius o la Asociación IFOAM; e incluye un sistema de certificación y control.
Se trata de un sistema de producción sostenible que promueve el cuidado ambiental, mediante el fortalecimiento de la biodiversidad y la actividad biótica del suelo.
Se basa en el uso mínimo de insumos externos, sin uso de fertilizantes y plaguicidas sintéticos, ni manipulación genética. Se utilizan métodos que minimizan la contaminación del aire, suelo y agua.
Así los productores, manipuladores, procesadores y comerciantes de alimentos orgánicos se rigen por normas que mantienen su integridad.
Beneficios de la producción orgánica para el país: valor agregado y generación de empleo
La producción orgánica y el consumo de sus productos crecen muy rápidamente a nivel mundial. En la actualidad hay alrededor de 43,7 millones de hectáreas manejadas orgánicamente en 172 países cuya producción se orienta hacia la exportación.
Argentina está entre los primeros productores orgánicos del mundo. En nuestro país se logran alimentos y productos con un alto valor agregado, nutritivos, saludables y certificados que provienen de campos de las 23 provincias argentinas, donde se emplean especialmente tecnologías de proceso y manejo que requiere de importante mano de obra y capacitación.
Este tipo de producción se convierte en una muy buena alternativa para mejorar los ingresos de los productores y de la agricultura familiar, es por ello que es una responsabilidad ineludible difundir sus beneficios y favorecer su implementación.
El consumo de productos orgánicos crece en el mundo de la mando de la creciente preocupación de los consumidores por acceder a productos saludables.
Dentro de ese escenario internacional, nuestro país está muy bien posicionado para responder a la demanda mundial de productos orgánicos. Por un lado contamos con una estructura legal de fiscalización que es reconocida internacionalmente y que se apoya en una normativa que regula la actividad que es equivalente a las que poseen la Unión Europea (EU) y con acuerdos con Japón.
Esta situación, sumada a la existencia de certificadoras con acreditaciones internacionales y a la gran diversidad productiva que tiene nuestro país nos permite la exportación a diversos destinos donde Argentina tiene un prestigio ya ganado en años de inserción y respuesta.
Fuente: Orgánico Argentina