Más de 2200 evacuados en toda la provincia por las inundaciones
El distrito más afectado por las intensas lluvias es La Matanza; muchos de los vecinos temen abandonar sus hogares por los robos; en la localidad de Virrey del Pino, un bebé de ocho meses murió ahogado.
A Norma Torrico el agua le llega casi hasta la cintura. Está en la cocina de su casa en el barrio Luján, en Gregorio de Laferrere , en una de las localidades del distrito más afectado por las inundaciones de los últimos días: La Matanza . No quiso irse de su hogar porque tiene miedo de volver del centro de evacuados y quedarse sin nada.
Ella es una de las casi 1000 personas que viven en este barrio que desde el sábado pasado ruega que baje la inundación. Aunque ayer no llovió, el agua sigue en las calles y en las casas. «No puedo salir, porque me da miedo que pasen para este lado y me saquen lo poco que tengo», dice Torrico.
Los habitantes de Gregorio de Laferrere explican que la inundación se produjo por las intensas precipitaciones que cayeron en pocas horas. También porque las obras de los conductos que drenan el agua hacia los arroyos no están terminadas. De hecho, según cuentan, en lo que va del año se inundaron cinco veces.
En el barrio, todos saben que hay muchas familias evacuadas en las escuelas cercanas. En La Matanza hay ocho centros para contener y asistir a las 2000 personas que ya no pueden vivir en sus hogares. En total en la provincia hasta anoche eran 2298 los evacuados.
Ayer, la cuenca Matanza-Riachuelo estuvo estancada en el mismo nivel. Sin embargo, en Laferrere el agua parecía subir en unas zonas y bajar en otras.
Los que debieron quedarse en sus casas esperaban que diversas organizaciones sociales les proveyeran de comida. En otros barrios de Virrey del Pino, personal del Ministerio de Desarrollo Social ofrecía alimentos para los afectados.
Los barrios más perjudicados de Laferrere eran Luján, La Loma y Don Juan. Son los que están muy cerca del río Matanza y de varios arroyos.
A unas cuadras de Torrico está Pablo Alfonso, de 60 años, con su sobrina, el marido de ella y sus hijos. En los años que permanece en la zona, él debió superar 15 inundaciones. Sin embargo, desde 2015, dice, que no se inundaba así. Vive en la calle Luro, pero podría ser en cualquier otra. Todas parecen arroyos. Alfonso se arremanga el pantalón y camina deslizándose contra la corriente para llegar a su casa. Al hacerlo, corre el riesgo de ser picado por víboras o alacranes, o de cortarse con chapas, clavos y maderas que están sumergidas o que flotan.
Cuenta que los familiares de su sobrina están en un centro de evacuados en una escuela cercana. En donde vivían hasta ayer, solo quedaron las camas sumergidas y los juguetes y la ropa, que ahora flotan. De hecho, Alfonso usó cajones para elevar su cama.
Anteayer, relata, llegó personal de Defensa Civil para evacuar a una vecina, que está en silla de ruedas y que vive sola.
En el barrio La Loma, en una de las pocas esquinas adonde no llegó el agua, hay tres móviles de la Superintendencia Siniestral de la policía bonaerense. Ayer, señalan, evacuaron, con una lancha, a tres personas en esta zona y a otras 18 que viven justo al lado del río en el barrio Don Juan.
Ayer, el Ministerio de Desarrollo Social asistió a los inundados en los municipios de Quilmes, Berisso, Cañuelas, La Plata, Luján, Pilar, Mercedes, Lanús, Lomas de Zamora, Esteban Echeverría, Marcos Paz, Saladillo, General Lavalle, Arrecifes, Avellaneda, General Rodríguez y La Matanza en coordinación con las áreas de emergencia locales y del gobierno provincial.Entregaron, tanto en casas como en centros de evacuados, 2740 colchones, 2500 frazadas, 2070 almohadas, 6750 kits de limpieza, 6000 velas, 100 pares de zapatillas, 38.863 litros de agua embotellada, 2184 pañales, 136.400 pastillas potabilizadoras, 12.886 unidades de alimentos, 500 clavaderas, 1300 tirantes y 900 chapas.
La ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, informó que equipos de esa dependencia de la provincia y los municipios «trabajan en las zonas inundadas para asistir a los damnificados brindando agua potable, alimentos, colchones y otros elementos».
Fuente: La Nacion