Una planta para tratar residuos amenaza un sitio arqueológico
Prevén que la instalación funcione en tierras donde se analizan restos indígenas.
Los habitantes originarios de la ciudad podrían influir en la construcción de la planta de tratamiento de residuos que se montará en el sur del distrito, en inmediaciones del autódromo. ¿Cómo? El equipo de arqueólogos argentino y vasco que trabaja en lo que fue el antiguo meandro del Riachuelo pidió que se preserve la zona de investigación, que consideran de gran relevancia y podría ser ocupada por las obras para convertir en compost la basura porteña.
El desarrollo de la planta de tratamiento de residuos, en Villa Soldati, aún espera que llegue el financiamiento internacional que hará posible su concreción. El gobierno porteño llamó a licitación para el diseño, la construcción, la operación y el mantenimiento de dos nuevas plantas de tratamiento mecánico biológico (MBT, por sus siglas en inglés) de residuos, que procesarán 1000 toneladas de basura diarias cada una. El objetivo es reducir la cantidad de desechos que se entierran en los rellenos sanitarios.
«Se debe tener en cuenta que en ese espacio existe un sitio arqueológico. No algo potencial a descubrir, sino que está constatada su existencia. Que en ese lugar se encuentran gran cantidad de restos de artefactos de poblaciones originarias de la ciudad, anteriores a la llegada de los europeos, únicos a la fecha, y que por lo tanto creemos imprescindible realizar un trabajo de mitigación de impacto arqueológico previo a la realización de las obras», indicó Ulises Camino, el arqueólogo e investigador argentino de la UBA.
El reclamo fue volcado en la audiencia pública en la que, la semana pasada, se debatió la posibilidad de financiamiento para la construcción de la planta que funcionará en el norte de la Capital, en Cantilo y Comodoro Rivadavia. La otra -que amenaza el sitio arqueológico- estará situada al Sur, cerca del predio que el Sindicato Único de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires (Sutecba) posee en las avenidas Roca y General Paz.
«Exhibimos nuestros permisos de excavación en el sitio desde 2012 y nuestra prórroga de trabajo hasta abril de 2018, además de fotos de los objetos hallados. Creemos que se comprendió la importancia de desarrollar un trabajo arqueológico a gran escala antes de comenzar la obra, porque una representante de una consultora contratada por el gobierno porteño se comprometió a hacer de nexo con la empresa constructora para lograr el resguardo del patrimonio arqueológico», agregó el experto.
En busca de restos de la primera fundación de Buenos Aires, la del adelantado Pedro de Mendoza en 1536, expertos de la Universidad del País Vasco (UPV), de la Universidad del Museo Social y de la UBA hallaron restos que indicarían la presencia de una población indígena estable en esa zona del sur, que en aquel momento quedaba a orillas del río, que siglos más tarde fue rectificado. Detrás del autódromo, se hallaron restos que serían vasijas, cerámicas decoradas y restos líticos posiblemente utilizados como armas por los habitantes originarios. También se descubrieron las probables bases de las primeras casas.
Los expertos están preocupados por la planta de MBT, ya que consideran que la excavación tiene una gran importancia arqueológica. «El sitio posee una relevancia histórica incontestable. Ofrece a la ciudad de Buenos Aires una oportunidad única para conocer sus orígenes más remotos. Es preceptiva la realización de una investigación arqueológica previa, con los medios y el tiempo suficientes para recuperar, documentar, restaurar y socializar la memoria histórica del lugar. Una vez finalizadas las tareas, el espacio podrá tener los usos que las autoridades competentes hayan decidido», indicó el grupo de arqueólogos urbanos.
Según los cálculos oficiales, la construcción de la planta comenzaría a fines de este año. Consultados, voceros del Ministerio de Ambiente dijeron a La Nación que analizarán la situación.
Fuente: diario La Nación