Por qué empezar a beber vino orgánico
Tomar una copa de vino de vez en cuando no está reñido con hacerlo de forma ecológica. Afortunadamente, en alimentos, bebidas y bienes que usamos a diario ha proliferado bastante la industria eco y orgánica en los últimos años, lo que ofrece como resultado unos productos más naturales, saludables y más respetuosos con el medio ambiente. El vino es uno de ellos.
Qué es el vino orgánico
Se trata de un tipo de vino hecho a partir de uvas que han crecido sin ningún contacto con químicos artificiales y químicos, como las que se utilizan en el proceso de elaboración del vino tradicional, sirvan como ejemplo herbicidas y pesticidas. Para que las plagas no se extiendan y arruinen el proceso, los granjeros orgánicos lo que hacen es trabajar con la naturaleza, en lugar de contra ella, conociendo y aplicando la biodiversidad del viñedo. Por ejemplo, cultivan determinadas plantas para que sirvan de hábitat natural a los insectos y así estos no dañan las viñas, o ponen a pequeños grupos de ovejas en los viñedos para que se coman las hierbas. De esta forma, en el propio viñedo se crea un ecosistema natural que se regula autónomamente, combate sus problemas y elimina la necesidad de usar químicos y elementos tóxicos.
Obviamente, este proceso 100% natural nos va a dar como resultado una materia prima, las uvas, mucho más saludable y con mejor sabor para la posterior elaboración del vino.
Esto no significa, sin embargo, que el vino esté libre de conservantes. A veces, se usan algunos de ellos, incluso procedente de animales, por lo que, si estás leyendo esto y eres vegano, que elijas un vino orgánico no significa que éste sea apto para veganos, aunque la información la encontrarás en la etiqueta.
Razones por las que consumir vino orgánico
Entre los motivos más importantes para beber vino orgánico están:
– Estaremos cuidando y mimando nuestro cuerpo al darle un producto hecho con materias primas que han crecido de forma natural y no rociadas con químicos.
– Estaremos más comprometidos con el medio ambiente porque los pesticidas y químicos dañan a la atmósfera y destruyen el ecosistema natural.
– El sabor es mucho mejor, según expertos, porque sentimos el gusto natural de la uva. Si quieres comprobarlo, puedes comprar un vino tradicional y otro orgánico y hacer la prueba. Sin embargo, como todo, es cuestión de gustos y del productor que haga el vino.
– Nos da menos resaca al día siguiente. El vino contiene dióxido sulfúrico, un conservante que lo protege de bacterias. Este dióxido es una de las cosas que causan malestar al día siguiente y el vino certificado orgánico contiene menos cantidad que el normal, alrededor de la mitad (100 ppm sulfitos es lo máximo permitido en vinos orgánicos). De todas formas, si realmente quieres evitar este conservante, también encontrarás en el mercado vinos orgánicos totalmente libros de sulfitos.
A pesar de que el vino orgánico es más beneficioso para la salud que el tradicional por las razones explicadas, no olvidemos que eso no significa que no vaya a causarnos daños en el organismo. Es una bebida alcohólica y, como tal, beberla en exceso nos hará sentir malestar.
Por qué el vino orgánico es bueno para el medio ambiente
Por varias razones, en primer lugar ayuda a proteger la calidad del agua. Está demostrado que los químicos y los pesticidas contaminan al importantísima agua, los ríos, lagos y mares, y pueden llegar al agua que bebemos a diario. Eligiendo alimentos orgánicos, lo estamos protegiendo.
También ayudamos a ahorrar energía. Los vinos tradicionales se cultivan usando nuevas máquinas que usan grandes cantidades de petróleo, gastan energía y contaminan el aire, algo que ahorramos si usamos el propio ecosistema en los viñedos.
Además, numerosos estudios han relacionado los pesticidas con la aparición de enfermedades como cáncer. Si el vino orgánico se impone algún día como fuerte opción y los productores empiezan a trabajar en este método, los agricultores no estarán expuestos tantas horas a los pesticidas y, por tanto, estaremos preservando su salud.
Cómo saber si el vino que compramos es realmente orgánico
Como lo “orgánico” está de moda, no faltan las empresas que anuncian este tipo de vino u otras bebidas alcohólicas, pero sin ofrecer certificación. Debes fijarte en si está certificado con etiqueta orgánica. Esta etiqueta la proporciona una organización que nada tiene que ver con el agricultor o la empresa totalmente independiente que audita los viñedos y aprueba o no el hecho de que estén cultivados totalmente libre de químicos. Aunque a veces hemos visto que hay productores que venden productos orgánicos sin certificación, es posible que no sea tan natural como dicen.
Por qué tan poca gente compra vino orgánico
A pesar de sus ventajas, y de que mucha gente asegura que su sabor es más intenso, el vino orgánico no está muy extendido aún a nivel mundial (1-2% el consumo mundial). El principal motivo, como ocurre con todos los productos orgánicos, es el precio. Con la ayuda de químicos y conservantes, resulta menos costoso producir un vino normal, por lo que el proceso orgánico es más lento y eso hace que se venda a un precio mayor (aunque también debemos saber cuánto se puede pagar por un vino).
Por qué empezar a beber vino orgánico
El precio de los vinos ecológicos suele ser mayor, pero a medida que crece la demanda, precios más bajos son más fáciles de encontrar y, una vez sepamos cómo comprarlos, estaremos apostando por un producto más rico, más singular y ecológico, además de estar dando un importante regalo a nuestra salud y a la de nuestros amigos.
Las 5 mejores bodegas que producen vino orgánico
Bodega Colomé
Cafayate, en la provincia de Salta, se considera una de las regiones vitivinícolas relativamente nuevas de Argentina. Una de las características por la cual se destaca es la facilidad con la que se adapta el Torrontés.
Bodega Chacra
Según James England, la «Patagonia no es aún una región conocida por sus vinos. Sin embargo, desde hace algunos años, un grupo de empresarios se animó a plantar nuevas parcelas a 39° de latitud».
Krontiras
En 2003, Constantinos Krontiras adquirió 7 hectáreas de una finca 80 años en Luján de Cuyo, Mendoza. Esta bodega tiene el objetivo de crear vinos argentinos que conquisten el mercado extranjero. Además, en 2001 plantó nuevos viñedos para producir vinos orgánicos y la primera cosecha fue en el 2009. La bodega se está trabando para producir vinos 100% biodinámicos en los próximos años.
Caligiore
Fundada en 2001, Caligiore está ubicada en Luján de Cuyo, Mendoza. Su enólogo Gustavo Caligiore hace énfasis en la sustentabilidad: «La vitivinicultura orgánica ayuda a preservar las características de los viñedos antiguos de Mendoza. De allí se desprenden varios puntos, pero la clave es la sustentabilidad del medio ambiente.
Vinecol
«El hombre y la naturaleza juntos». Éste es el lema de Vinecol, una bodega situada junto a la UNESCO, la Reserva de Biósfera de Nacuñán, cerca de La Paz en el este de Mendoza, Argentina. Este proyecto se inició en el 2000, con una finca de 80 hectáreas, donde se encuentran plantadas Cabernet Sauvignon, Bonarda, Chardonnay y Sauvignon Blanc.
Vinecol combina técnicas orgánicas con lo último en tecnologías de procesamiento de la uva. Así, mientras que los viñedos se riegan por goteo y la recolección y selección de uva se realiza a mano, se aprovecha también la más moderna maquinaria italiana y española para procesar la uva, incluyendo despalilladoras, bombas peristálicas, prensa pneumática.
Fuentes: Ecologiaverde.com | argentinaindependent.com