La esponja Konjac, limpieza natural
Compuesto de elementos vegetales, este limpiador originario del sudeste asiático tiene forma de esponja para facilitar su uso, pero en realidad es algo muy distinto.
Su composición es básicamente una fibra obtenida a partir de la raíz de un tubérculo del mismo nombre, consumido en Japón desde hace miles de años.
La medicina tradicional asiática le atribuye numerosas propiedades medicinales, pero con el tiempo acabó consumiéndose también como alimento. Básicamente, como guarnición o como harina. Ahora, se añade su utilización cosmética.
Sus diferentes colores obedecen a una distinta composición. Al fabricarlas se les añaden diferentes extractos de plantas y arcillas naturales para sumar sus propiedades a las del Konjac, confiriéndoles tonalidades diferentes.
Colores y aplicaciones
De hecho, las aplicaciones varían en función de los colores. Por ejemplo, la arcilla rosa francesa se aconseja para las pieles cansadas, deshidratadas e hipersensibles, mientras las pieles más secas y maduras pueden sacar más partido de la esponja Konjac que incluye arcilla verde francesa.
Por su parte, la mezcla con carbón de bambú ayuda a mantener el equilibrio de la piel. Se recomienda a pieles mixtas, grasas o con acné. También son eficaces para remover las manchas de la piel.
Por lo tanto, es aconsejable tener en cuenta la composición, su procedencia bio, certificado incluido, y la no inclusión de colorantes. Su coloración sólo se debe a los ingredientes añadidos.
La esponja blanca, por su parte, no lleva ningún añadido, por lo que resulta indicada para todo tipo de pieles. Está confeccionada con Konjac puro, sin más. Y, al igual que el resto, es biodegradable, libre de conservantes, pigmentos artificiales y colorantes.
Suavidad y eficacia
La suavidad y eficacia a la hora de limpiar en profundidad la piel es el punto fuerte de la esponja Konjac. Así, al menos, lo han demostrado diferentes estudios japoneses, y también es cierto que las opiniones de los consumidores van en este mismo sentido.
Si buscamos un producto de limpieza suave, eficaz y ecológico, marcaremos un triple con este sucedáneo de esponja. De hecho, en un principio se utilizaba para los bebés, pero el mimo con el que limpiaba pronto hizo que toda la familia la adoptara.
Los tratamientos de belleza vinieron con las diferentes variedades que inundan el mercado. Sin embargo, no es necesario usar las esponjas coloreadas para recibirlo. El simple hecho de actuar como un suave peeling es suficiente para considerarlo un tratamiento de belleza.
Su utilización sobre el cutis o sobre la piel del resto del cuerpo nos ayuda a limpiar la piel en profundidad, incluso bajo la ducha. Y su uso diario es perfectamente factible.
En contra de lo que ocurre con otros tipos de peeling, problemáticos para un uso cotidiano por su agresividad, la esponja Konjac es perfecta para mantener la piel luminosa día a día. La eliminación de las pieles muertas se realiza de forma progresiva, sin irritaciones.
Durable y suave
La durabilidad es una de sus ventajas. Si bien cualquier esponja supone un riesgo de acumulación de bacterias y otros microorganismos potencialmente peligrosos para la salud, no habrá problema si la dejamos secar y la sumergimos en agua hirviendo unos minutos de vez en cuando.
Utilizada a diario puede durarnos hasta tres meses. A su vez, sería recomendable usar una esponja para cada persona y uso. Es decir, cada miembro de la familia la suya, o las suyas.
Idealmente, podemos tener varias, una para las durezas de los pies, otra para la cara y una tercera para el cuerpo, pongamos por caso. Se aplica tras humedecerla, mediante movimientos circulares suaves, durante un par de minutos. Así de suave, de fácil y de ecológica.
Fuente: ecologismos.com/