Las claves del plan que prepara Argentina para adaptarse al cambio climático
La historia del hombre es la historia de la adaptación. Una de sus mayores fortalezas para permanecer en un planeta tan distinto a lo largo de los siglos.
Pero el cambio climático exige un desafío mayor: hacer profundas transformaciones sociales, económicas y productivas a una velocidad como nunca antes.
Desde que el ministro Sergio Bergman suscribió el histórico acuerdo de París, a fines de 2015, el ministerio de Ambiente centró sus políticas en desarollar medidas para reducir las emisiones contaminantes y moderar los impactos del calentamiento global.
Tras asegurarse una donación internacional de u$s 3 millones para financiarlo, Argentina elabora su Plan Nacional de Adaptación, que espera presentar en 2019. Ámbito.com dialogó con Carlos Gentile, secretario de Cambio Climático y desarrollo Sustentable del MAyDS, Soledad Aguilar, directora nacional de Cambio Climático y Lucas Di Pietro, coordinador de Adaptación al Cambio Climático, para conocer sus características y alcances.
UN PLAN VIVO
Carlos Gentile: Queremos sentar las bases para disminuir el impacto de los eventos de cambio climático y generar respuestas. Es un plan vivo, al que todo el tiempo estamos reviendo, dividido en tres ejes: Agroindustria, Industria e Infraestructura. La adaptación necesita una mirada nacional y estratégica, que sea más que la suma de planes sectoriales. Precisa mapas de riesgo, nuevos estudios y un Informe País que haga un diagnóstico actualizado sobre los efectos del calentamiento global.
Soledad Aguilar: En la mitigación se venía trabajando desde antes, pero con las políticas de adaptación empezamos desde cero. Queremos tener listo el plan para 2019. Pero antes, como la adaptación en definitiva es un tema local, debemos hablar con cientos de municipios. Cada uno de ellos deberá desarrollar su plan, será un proceso que llevara unos 10 años. Además estamos haciendo manuales para inundaciones, para planificación urbana, cursos de capacitación on line, queremos llegar a todos lados.
Lucas Di Pietro: A nivel federal, cada provincia nos indica cuáles son sus preocupaciones y hasta donde quiere involucrarse. Están muy interesadas en los planes regionales. La Patagonia para dar respuesta a los incendios, porque las provincias ven que aumentaron en alcance y frecuencia. El Litoral busca amortiguar el exceso hídrico y las inundaciones. Cuyo necesita paliar el déficit de agua. En el norte, el desafío es contener los deslaves.
CUESTIÓN DE FONDOS
CG: El plan traccionará proyectos específicos para después salir a buscar financiamiento con las provincias o municipios. Los dos fondos más grandes que existen son el Fondo de Adaptación y el Fondo Verde del Clima, nosotros sabemos qué tipo de proyectos presentar y cómo tienen que estar escritos para aplicar. Debemos tener una estrategia clara, para que después no haya ciudades o provincias tratando de aplicar a fondos aislados, es preferible organizarse bajo una visión estratégica.
SA: Los organismos buscan que el dinero tenga un sentido, no quieren invertir en esfuerzos perdidos. Por eso es importante que el plan de adaptación diseñado para el país se replique a las provincias.
LDP: Con distintos recursos se están llevando adelante proyectos en paralelo. Así obtuvimos u$s 5 millones para obras en el sur de la provincia de Buenos Aires y otros u$s 5 millones para Chaco. Estamos trabajando en una donación importante de u$s 14 millones para obras en Entre Ríos (en conjunto con Uruguay) y otra muy importante para la cuenca del río Luján.
EL ROL DE LOS PRIVADOS
LDP: Las industrias y el sector privado necesitan que el Gobierno tome la iniciativa y de señales claras de su política climática. Sin un marco, las empresas invierten pero no saben en qué.
CG: Las empresas piden claridad. Hay que ordenarlas para que no mezclen responsabilidad social con políticas sustentables. Pero los empresarios ya empiezan a entender que es una inversión: si las vías de los ferrocarriles están dobladas por el calor los afecta directamente, porque no pueden trasladar la producción.
SA: Cuando marcamos la línea tuvimos buenas experiencias. A los sectores productivos los afectan las olas de calor, las inundaciones, por eso deben tener un manejo adaptativo. Pero hay que tener cuidado con las leyes muy estáticas, porque para la adaptación se necesita feedback permanente y normas regulatorias flexibles. Nada de lo que se haga va a durar inmutable 10 años.
CLIMA VS. CAMBIO CLIMÁTICO
CG: Hay una gran diferencia entre clima y cambio climático. Si examinas las series históricas de las inundaciones, vas a obtener estadísticas de las crecidas de los ríos y su recurrencia, y vas a hacer las defensas en base a eso. Pero el cambio climático plantea que ya no alcanzan esas series históricas para proyectar, no basta con mirar hacia atrás.
LDP: El cambio climático te obliga a encontrar nuevas alternativas. Si las sequías te afectan los cultivos hay que desarrollar semillas más resistentes. En un caso extremo, si retrocede un glaciar y se pierde una fuente de agua, habrá que mover una comunidad entera. Lugares que viven del esquí enfrentan situaciones irreversibles de menor cantidad de nieve. En Suiza cubren la nieve con telas especiales para que no se evapore, pero son medidas muy caras.
SA: Las zonas que cada vez tienen menos días de nieve deberán generar alternativas viables y diversificar la oferta turística. El concepto es ese: adaptarse a lo que hay y a lo que vendrá. Tratar de reducir el impacto con medidas preventivas y ver qué se hace con los efectos, aunque entre lo que estamos viendo y lo que va a venir hay un montón de incertidumbres. Todo el tiempo corregimos los datos en nuevos escenarios, es un proceso circular en el que cuando llegas al final tenés que volver a empezar.
EL AGUA Y EL FUEGO
SA: Los dos temas más importantes para nuestro país son las inundaciones y los incendios, porque son los que causan más muertes. Claro que no existe la prevención de esos problemas, pero sí de sus impactos. Es importante que la gente conozca cómo enfrentar el problema para prepararse: por eso en el sur saben cómo manejarse ante un incendio y en el resto del país cuando hay un incendio se pierde todo. En las islas del Tigre cuando sube el agua la gente sigue haciendo su vida y cuando llueve afuera del Delta es un desastre. La cultura de relacionamiento con el fenómeno es diferente.
CG: En el momento que pase un desastre no se verá este trabajo. Un ejemplo: cuando los sistemas de alerta temprana detectan que el índice de materia seca puede disparar probabilidad de incendios, se avisa a la provincia para que prepare el dispositivo y planeen cortafuegos para que no se propague. Es así: lo que hacemos se nota cuando algo no pasa, cuando el desastre se produce pero impacta menos en la población
LDP: Las inundaciones son un gran tema: en algunos sectores causan el 80% de los impactos económicos. Pero además desencadena efectos sobre temas sanitarios, por los vectores de enfermedad, los mosquitos, etc. Brasil lo sufrió con el zika y la fiebre amarilla.
OBJETIVO: RESILIENCIA
SA: A los ingenieros y arquitectos les enseñan a mirar todo dimensionando para atrás, entonces construyen como se construyó históricamente en esa zona. Ahora logramos que los proyectos PPP (Participación Público Privada) pasen por acá, y aunque no tenemos poder de veto, recomendamos que miren las proyecciones, que las viviendas sean sustentables y tengan determinadas características. No podemos superponernos con su tarea, pero somos un valor agregado.
CG: La adaptación al cambio climático tiene que cruzar toda la infraestructura. Una represa o un puente pueden durar 80 años, y si proyectas a futuro la ocurrencia de eventos relacionados con el clima no es la misma que en el siglo previo. Nosotros señalamos todo lo que tendría que considerar un estudio de impacto ambiental, para que esté presente la adaptación al cambio climático en la planificación de una obra.
LDP: Uno de los manuales que estamos haciendo está dirigido a las obras, para que al momento de construir una ruta, una hidroeléctrica, una vivienda o un barrio privado se tengan en cuenta estas situaciones. El monitoreo también es muy importante, porque quizás desde las buenas intenciones se toman decisiones que en realidad aumentan la vulnerabilidad. Todo el tiempo hay que estar recalculando. En Córdoba, por ejemplo, se había hecho una defensa contra las inundaciones. Cuando llegaron las lluvias fueron mayores a lo previsto, la corriente superó las barreras y quedó cercada, no podía salir. Durante cinco semanas la ciudad estuvo tapada por el agua.
UNA PUERTA ABIERTA
CG: Hay cosas que no tienen vuelta atrás, en el gabinete de cambio climático ampliado participan ONGs, ámbito académico, sector privado, las provincias. No aseguro que otro gobierno seguirá los planes 100%, pero es difícil cerrar una puerta que fue abierta. Son planes que trascienden gobiernos, ningún presidente o gobernador correrá el riesgo de perder fondos para la adaptación, con el costo político y el impacto mediático que eso podría tener.
LDP: En EEUU, la posición anticlima de Trump provocó que muchos estados digan: «Ya que no vas a hacer nada, yo redoblo mi apuesta». Tanto alcaldes republicanos como demócratas incrementaron sus objetivos climáticos. Acá pasará lo mismo: si el gobierno no quiere hacer nada a nivel nacional, lo hará cada provincia.
SA: Los técnicos trascienden a los gobiernos y seguirán con esto. Está pensado para sostenerse, por eso nos relacionamos con todas las provincias sin depender del signo político. Cuando un líder político no le da importancia al tema posiblemente se frena, pero no desaparece.
Fuente: Ámbito